viernes, 27 de junio de 2014

Consejos para leer rápido

Hace algunos años, leí en algún lugar que cuando le preguntaron a Warren Buffett que superpoder le gustaría tener, el respondió: “Lectura rápida”.



No dijo volar, no dijo fuerza sobrenatural o leer la mente, sólo la habilidad de leer rápido. 

Interesante. 


¿Por qué creen que respondió esto?




Es porque Buffett, como muchas luminarias, creen que la clave del éxito en cualquier campo es aprender todo lo que se pueda. 
Pero hay un problema: aprender en grandes cantidades en un tema toma mucho tiempo. La mayoría de nosotros solo podemos leer aproximadamente 200-300 palabras por minuto, así que leer muchos libros de un tema es una dura tarea.


Cuando era más joven, pensaba que la lectura rápida era una habilidad reservada para solamente unos cuantos dotados, pero hace unos meses, encontré un gran artículo escrito por Scott H Young y me di cuenta que la lectura rápida es solamente un conjunto de técnicas y que es posible que cualquiera las domine.



Desde entonces, he triplicado mi velocidad de lectura (de 250 palabras por minuto a una velocidad límite de 750) y ha sido increíble sentir como se incrementan “mis poderes”.

Hoy, estoy aquí para decirles que la lectura rápida está totalmente dentro de tu alcance y que es una habilidad mucho más fácil de alcanzar de lo que se imaginan.

Con 3 simples técnicas que voy a compartir con ustedes y un poco de práctica, creo absolutamente que pueden duplicar su velocidad de lectura en 1-2 semanas, triplicarlo en unos cuantos meses y adquirir estos superpoderes que hasta Warren Buffett quisiera tener.


Técnica #1: Usar un puntero.



Cuando nos enseñaron a leer, el maestro nos enseñó como usar el dedo para dirigir nuestros ojos a través de cada línea. Esto nos ayudó a mantenernos enfocados en las palabras y era un instrumento de aprendizaje. 

Durante el camino, dejamos de hacer eso aunque no deberíamos de haberlo hecho. Los movimientos del ojo son muchos cuando estamos leyendo. Estos micro-movimientos nos forzan a reajustar constantemente y disminuyen la rapidez de nuestra lectura.




Al usar un puntero (nuestro dedo o una pluma), incrementamos nuestra habilidad de enfoque en las palabras y reducimos estos micro-movimientos. 

También nos permite “fijar un paso”: al mover el puntero más rápido, forzamos a nuestros ojos a moverse más rápido, incrementando nuestra velocidad de lectura. 


Leer con un dedo o una pluma al principio puede ser incómodo, pero te acostumbrarás muy rápido y pronto verás los beneficios.



Técnica #2: Empieza y termina leyendo 3 palabras desde el margen.





Por default, siempre empezamos a leer en la primer palabra de la izquierda de la página y vamos hasta la última palabra de la derecha. Este es el truco: empieza a leer en la 3er palabra de la izquierda y termina 3 palabras antes del final, tu visión periférica leerá las primeras y las últimas 2 palabras automáticamente. 

En una línea de 10 palabras, esto te permite “leer” solo 6 palabras y ahorrar el 40% del esfuerzo y del tiempo.







Para hacerlo es imperativo que uses la técnica #1, ya que sin ella, tus ojos automáticamente empezarán en la primer palabra y se irán hasta el final de la línea. 

Simplemente al usar las técnicas 1 y 2, pude incrementar mi velocidad de lectura de 250 a 500 palabras por minuto en una semana y creo absolutamente que ustedes pueden hacer lo mismo.




Técnica #3: No vocalice
Las primeras 2 técnicas te ayudarán a lograr una gran velocidad fácilmente, pero eventualmente la voz de tu cabeza de pondrá freno. Si vocalizas (por ejemplo, hablas lo que lees en tu cabeza) cada palabra que leas, solo podrás ir tan rápido como lo puedes decir en tu cabeza (en mi caso son más o menos 500 palabras por minuto).




Para alcanzar velocidades fuera de lo común, necesitas apagar esa pequeña voz y simplemente escanear las palabras con tus ojos sin vocalizarlas. Esto te parecerá raro al principio, pero conforme vayas mejorando notarás que puedes procesar la información igual de bien.



Una distinción importante. 

Cuando hablo de lectura rápida con la gente, siempre sale la misma pregunta: “¿logras absorber/retener la misma cantidad de información?” La respuesta es SI.



La clave para lograrlo es reconocer cuando estás leyendo algo realmente importante y disminuir la velocidad en los momentos adecuados. 
Por ejemplo, en una página puede haber 300 palabras que son moderadamente importantes y 50 que son críticas. Lee las 300 palabras a velocidades fuera de lo común y reduce la velocidad en las 50 que son críticas para asegurarte de que entiendas por completo el concepto.



El ingrediente mágico: Práctica.




Al igual que cualquier otra habilidad, mientras más practicas, mejor es tu desempeño en esa actividad. Es por esto que los invito a que empiecen a usar estas 3 técnicas cada vez que lean y que hagan un hábito de ellas. 



El primer mes que empecé con la lectura rápida, me aseguré de practicar al menos 5 minutos cada día con una técnica perfecta y las mejoras fueron drásticas.

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